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viernes, 4 de mayo de 2012

Si tú lees, ¿ellos leen?



Una anécdota que relataré luego me trae a la memoria la reciente campaña "Si tú lees, ellos leen", del Ministerio de Cultura (v.d. arriba quien no la haya visto o quiera refrescar la memoria). Escena idílica en la que el papá lee un libro-todo-letras, la hija un libro ilustrado y la mamá un periódico mientras desayunan. Hay que suponer que la escena, reforzada por una música relajante, se produce en fin de semana o que se trata de una familia muy madrugadora como para poder dedicarse a la lectura tan reposadamente en día laborable y/o lectivo. La coordinación es tan perfecta que el papá y la niña se ponen la servilleta en la pechera, se sirven la leche en la taza y sorben al mismo tiempo, lo que muestra una vez más que la imitación es básica en el aprendizaje humano y que la niña lee porque remeda lo que ha mamado en casa: a papá y mamá enfrascados en la lectura. Hasta aquí todo genial, muy bonito, pero...
       -¿Qué ocurre si añadimos un niño, algo habitual en la familia tipo española?
       Reto a cualquier publicista a que repita este anuncio con un vástago más a la mesa y pretenda hacernos creer que también está dedicado religiosamente a la lectura. Lo más normal será, por el contrario, que se produzca un rifirrafe porque uno de los dos -y no quiero decir si son tres- no quiere leer sino jugar o, sencillamente, hablar, algo que perturbará al resto y hará añicos la pacífica convivencia.
       De aquí cabe deducir la primera ley del fomento de la lectura familiar: A mayor número de retoños, menores posibilidades de leer en comandita.
       -¿Qué ocurre si no es fin de semana?
       -Las posibilidades de que uno se ponga a leer mientras desayuna disminuyen un 99% si no es en fin de semana o vacaciones. Además, en cualquiera de estos dos últimos casos, la probabilidad de coincidir todos a la mesa "desayunal" es casi ínfima, tan ínfima como que todos se levanten al mismo tiempo y además tengan ganas de leer con la legaña puesta.
       De lo antedicho se deduce una segunda ley universal: la probabilidad de que la familia lea junta es de aproximadamente 1-1000000000000000000000000000, es decir, nula.
       -¿Por qué doblan la esquina del libro?
       Gesto tan feo como pasar las páginas chupándose la yema de los dedos. Esto además puede deparar fatales consecuencias, como ya ilustró Umberto Eco en "El nombre de la rosa".
       -¿Cuándo se habla en casa?
       -Si el desayuno se dedica a la lectura, habrá que reservar la comida o la cena para la charla familiar común, siempre y cuando exista quórum, no haya que pelear con alguno de ellos para que coma o tenga uno que comer de pie para atender a la prole.
       Sobre la base de lo antedicho sólo cabe concluir que, a menos que tengas chacha, no es nada fácil el fomento del hábito lector en casa, pese a lo cual no hay que renunciar. El pasado domingo, aprovechando que J., el mediano, se había dormido pronto, conseguí hacer con D., el mayor, lo que él llama club de lectura: llegada la noche, él se acuesta en su cama ya listo para dormir y con un libro; yo me tumbo a su lado con otro libro y ambos leemos y, llegado el caso, preguntamos o comentamos. En esto que oímos los pasitos que anunciaban la llegada de H., que cumple dos años este mes, lo cual suele llevar consigo la interrupción o anulación del club por interferencias insuperables. H. se nos quedó mirando, reflexionó durante unos instantes y volvió sobre sus pasos. A su regreso traía bajo el brazo "El túnel" de Ernesto Sábato, que había cogido sin más de la biblioteca doméstica para sumarse al club, algo que, pobrecillo, desbarató nuestra risotada.

15 comentarios:

  1. Llegir i riure, no pots demanar més.

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  2. Con niños cualquier cosa mola más, aunque todo resulte más difícil, hasta leer.

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    1. A mí se me hace casi imposible dar ejemplo, porque leo en la cama antes de dormir y mientras ellos duermen, así que lo que hago es dejarme libros sobre la mesita de noche como rastro que pueden seguir.

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  3. Vicente López Deltell5 de mayo de 2012, 0:20

    Lo del club de lectura es una idea que me anoto. De momento sólo tengo uno, pero ya viene el dos... Lo del anuncio me parece una exageración para que se entienda. La verdad es que sí imitan. Lo que ellos quieren, claro.

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    1. Me alegro de haberte aportado una idea que anotar, aunque con el bebé al llegar me temo que se te va a hacer poco menos que imposible llevarla a cabo hasta dentro de unos años. Tiempo al tiempo.

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  4. Hola, Ximo,

    Ja que comentes la lectura en família, només dir-te que a ma casa estem fent club de lectura amb Los crímenes del Chakra. Ho vaig llegir jo, després ma germana i aara ma mare hi està enganxada.

    Salutacions,
    Jordi

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    1. No saps com m'alegre d'haver inspirat un club de lectura amb "Los crímenes...". Ja em comentaràs la seua opinió, i a vore si conseguisc crear-ne un altre amb les "Tribulaciones...". Salutacions.

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  5. ¡¡¡desayunar, leer no dormir....¡¡¡¡¡

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    1. De acuerdo con los dos primeros verbos, pero en cuanto a lo de no dormir...

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  6. PRIMERO EDUCAMOS A LOS PADRES QUE LEAN TAMBIEN Y QUE COMPREN PERIODICOs, QUE APRENDAN CADA DIA ALGO NUEVO ...........

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    1. Hay circunstancias en que resulta poco menos que imposible por educado en la lectura que estés, aunque claro está que esa educación es la base. Yo antes era un lector compulsivo de periódicos los domingos, y no te quiero contar ahora.

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  7. Los publicistas crean mundos ideales para vender, claro. Yo también vi el anuncio en su momento y me hacía preguntas parecidas a las tuyas, con respuestas poco claras.
    En mi caso, sí leo delante de los mios, pero el efecto imitación, raras veces se consigue. A lo más, hay ocasiones en que alguno/a se engancha con un libro y no lo suelta hasta terminarlo, luego, pasa mucho tiempo sin vover a verlos con un libro en las manos, lo que resulta difícil al tener las manos y la vista ocupadas en teclados y pantallas, pero en fin, se supone que a largo plazo funciona o debería.

    Un saludo y enhorabuena por tu blog.

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    1. Teclados y pantallas, sí, algo que también comentaré,y que realmente restan mucho tiempo a otras cosas, pero también son el signo de los tiempos. Hice una prueba con mi mayor dándole El Principito en un "e-reader" por si le motivaba al ser algo parecido a la Nintendo DS, pero apenas lo usó: prefiere el libro en papel, algo que me reconforta.
      Un saludo y gracias por tu felicitación. Seguimos en contacto.

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  8. ESTOY TOTALMENTE DE ACUERDO CON VOS. IMPOSIBLE, CON EL RITMO DE VIDA QUE LLEVAMOS, TOMARNOS ESE TIEMPO PARA LA LECTURA FAMILIAR (AUNQUE NO DIGO QUE NO SEA PLACENTERO).
    DICEN QUE CON EL EJEMPLO SE EDUCA, PERO NO ESTOY SEGURA DE QUE SIEMPRE RESULTE... A MI ME ENCANTA LEER Y MIS HIJAS ME VEN MUCHO TIEMPO LEYENDO O ESTUDIANDO, PERO A LA MAYOR POR EJEMPLO NO LA VAS A CONVENCER DE QUE LEA SÓLO POR PLACER. LO HACE SI ES UNA TAREA ÚNICAMENTE...

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